(Entrevista realizada por
Nicanor Olivetto, alumno de 1º año de la
Escuela de Periodismo Deportivo del Centro de Estudios Terciario River Plate)
¿Cómo te sentís después del lanzamiento y de la repercusión que tuvo el libro?-Siento una alegría enorme por ver en la calle un trabajo que me demandó mucho tiempo y esfuerzo. Y mentiría si te dijera que no me interesa la repercusión. Obviamente me pone feliz que las críticas sean tan positivas no sólo sobre la investigación y los datos volcados en el libro sino también sobre su escritura, que es un punto que en muchos libros periodísticos está a veces descuidada.
¿Qué te impulsó?-Yo vengo trabajando hace 13 años el tema de la violencia en el fútbol y siempre pensé en hacer algo más allá de las notas en el diario. El impulso final provino de un colega, Ezequiel Fernández Moores, que fue quien me animó a hacer el libro. Y acá está.
¿Cómo fue la investigación? -La investigación tuvo varias aristas. Por un lado, recopilar todo el material de archivo que hubiera sobre el tema. Después, conseguir todas las causas judiciales donde estuviera implicada la barra de Boca en toda su historia. Y el tercer punto, recurrir a las fuentes directas para que me cuenten su visión de los hechos y el por qué de cada suceso. Cierto, con Di Zeo hubo no uno sino un par de encuentros no sólo para el libro sino por mi trabajo diario. Pero no fue el único y, probablemente, tampoco fue el más jugoso en cuanto a contar algunas intimidades.
¿Sentiste miedo al publicar un libro que revela tantas intimidades de una barra?-No, miedo no, este trabajo lo vengo desarrollando en Olé hace 13 años, si bien es cierto que es diferente una nota en un diario que un libro.
En una charla en DEPORTEA dijiste que "hay que cambiar el sistema para hacer desaparecer definitivamente las barras". ¿Cómo se hace para cambiar un sistema?-El sistema no lo voy a cambiar yo, es un cambio de raíz que tiene que darse en la forma de hacer política en este país, donde prima la patota y la violencia como forma de conseguir cosas.
¿Se puede cambiar?-Sí se puede, pero insisto, es un cambio tan radical que no creo que lleguemos a verlo en los próximos años.
¿Creés que las barras les sirven a los clubes en algún punto?
-Si no les serviría, no los mantendrían. Los usan para la política interna del club, para disciplinar opositores o apretar jugadores. Igual, cuando la gente se une, contra eso no hay nada. Ahí tenés el ejemplo de Newell's que tras una década de dictadura de López y sus barras, logró liberarse del karma.
¿Te parece que el barra es hincha de un club o solamente hace su negocio?-Sólo hace su negocio, eso es lo fundamental. Después viene si es hincha o no del club, en la mayoría de los casos lo es.
En muchos lugares se dijo que tu alejamiento de TYC tuvo que ver con un documento que revelaste, en el que había dirigentes "tranzando" con barras. ¿Esto es así? ¿Qué versión te dieron a vos?-Yo revelé varias relaciones entre dirigentes y barras, así que no puedo atribuir a un documento en especial el supuesto enojo del mundo del fútbol hacia mi participación en el canal. A mí me dijeron que TyC Sports quería tener más discusión de fútbol y menos de violencia en la pantalla, y por eso no me renovaban el vínculo. Cosa extraña, teniendo en cuenta que yo tenía apenas una columna de unos 20 minutos una vez por semana. Pero bueno, esa fue la versión oficial de la historia.
Di Zeo marido de una alta funcionaria política. Santiago Lancry empleado del estado que sale sobreseído de todas las causas en las que se lo imputa. Mauro Martín con grandes contactos en la policía federal...¿Hasta donde puede llegar el poder de una barra?-Hasta muy arriba. Vos mismo lo ejemplificás en la pregunta.
En el libro haces mucho hincapié en una frase de Di Zeo: "Es herencia, herencia y herencia".¿Qué sensación te deja esta frase?-Que la violencia en el fútbol no se va a terminar jamás.
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Foto: Blog Prosur.